La reducción de tamaño de las organizaciones públicas unida a la tendencia registrada en algunos países a externalizar sus servicios, ha creado oportunidades para que una variedad más amplia de profesionales y contratistas de obras se dediquen a la conservación del Patrimonio. Una figura juega un papel destacado en este aspecto: el Voluntariado. Los recursos intelectuales, fundamentados en la generación, mantenimiento, actualización e intercambio de conocimientos deben reforzarse mediante el monitoreo, contratación externa y las actividades de promoción y perfeccionamiento del personal ya sea asalariado o voluntario, todo ello potenciado por la sostenibilidad del propio bien y los acuerdos y convenios pertinentes con las Administraciones públicas.
El voluntariado puede producirse a través del VOLUNTARIADO SOCIAL individual o del VOLUNTARIADO CORPORATIVO realizado por trabajadores de empresas o instituciones dentro del horario laboral remunerado y como alternativa al mecenazgo institucional o de empresa. El espejo en que mirarse, bien pudiese ser NATIONAL TRUST, que supera, hoy día, los sesenta mil voluntarios, organizados de forma perfectamente estructurada.
El voluntariado patrimonial se ajustará a una estructura jerarquizada piramidal tridimensional: desde el menos cualificado hasta el más experto, y desde un ámbito local al nacional o, llegado el caso, internacional. Las labores de voluntariado tienen un carácter tanto social como meramente instrumental y pueden ser de carácter puntual o permanente, constituyendo equipos estables de trabajo dedicados a un monumento, un área natural, una propiedad o una colección. Se debe garantizar un marco de calidad y una formación de alto nivel, que haga esta experiencia lo suficientemente enriquecedora desde el punto laboral y personal, ya sea a través de la ampliación del conocimiento académico, la experiencia laboral o incluso mediante la posibilidad de realizar inmersiones lingüísticas para foráneos por medio de vacaciones rurales dedicadas a la conservación y restauración de espacios rurales naturales.
Esta linea de actuación se soportará financieramente a través de los ingresos generados por las actividades objeto del propio voluntariado, ya sea mediante aportaciones económicas directas de la sociedad civil o bien por mercantilización de la actividad mediante convenios. La partida presupuestaria irá destinada íntegramente a dotar de medios al propio voluntariado, que verá recompensado su compromiso a través de asistencia a cursos de formación que complete su formación profesional y acceso a actividades y eventos relacionados.
D!funde se marca como objetivo crear y gestionar un entramado de voluntarios al servicio de la conservación del Patrimonio, que no signifique una explotación laboral y que ofrezca una posibilidad de formación continua de alto nivel, reforzando el conocimiento, las aptitudes y el comportamiento y desempeñando labores acordes a la cualificación particular de cada uno en labores tales como:
- Vigilancia e identificación de Patrimonio desamparado.
- Elaboración de un diagnóstico de prioridades orientativo para mecenas y patrocinadores.
- Redacción de proyectos, estudios académicos o asesoría técnica y legal, intercambiando conocimientos y recursos con entidades de realidades e intereses comunes.
- Recepción al público y guía turística, alimentando una imagen de marca atractiva.
- Conservación preventiva, restauración, rehabilitación, conservación y mantenimiento de bienes culturales y naturales.
- Realización de actividades culturales que impliquen vínculos emocionales y relaciones cercanas.
- Captación de nuevos asociados y/o voluntarios, revalorizando la responsabilidad social corporativa entre profesionales y altos cargos de empresas e instituciones publicas.